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Qué hacemos y cómo lo hacemos: nuestra ponencia en el Encuentro zapatista

Durante estas dos primeras dos semanas de agosto de 2025 se está llevando a cabo en territorio zapatista el Encuentro “Algunas partes del todo”, en donde el EZLN convoca a las organizaciones y colectivos de México y del mundo a compartir su construcción de la resistencia, su alternativa al monstruo capitalista. Un encuentro sobre las practicas necesarias para la destrucción de arriba para abajo de la pirámide capitalista. A seguir nuestra palabra, leída en el Semillero Comandanta Ramona el 9 de agosto de 2025.

La complicidad global: el latido de nuestra resistencia colectiva

Estimadxs compas, amigos y amigas rebeldes que nos escuchan, gracias por este tiempo y por su atención.

Somos el colectivo Nodo Solidale, en español Nodo Solidario. Somos un colectivo internacionalista con base en México y en Italia. Nos formamos en el 2007, tras conocer durante un largo viaje la rebeldía de la APPO en Oaxaca, de la Otra Campaña en Atenco y de las comunidades zapatista aquí en Chiapas. Desde ese entonces, tras adherirnos a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona e incorporarnos a la red de Europa Zapatista, hemos venido buscando la manera de tejer solidaridad entre las luchas autónomas en Italia y las luchas autónomas en México. Pero también de ir polinizando a ambas con el recuento, la amistad rebelde, el fuego de la resistencia de otras resistencias que desde siempre nos han inspirado tal como la de Palestina y Kurdistán, entre otras.

En nuestros 18 años de andar por las sendas del internacionalismo nos hemos hecho muchas preguntas sobre el sentido profundo de la solidaridad, la relación entre organizaciones, sobre los instrumentos más idóneos de ésta y el alcance de nuestra acción, sobre los límites de nuestras posibilidades y la inmensa magnitud de nuestros sueños. Por eso en esta compartición venimos a contarle algunas de nuestras formas de cómo hemos ido tejiendo rebeldías, pero también de las dudas, retos y problemas con que nos hemos topado.

También nos dimos cuenta que sólo “solidarizarse” con luchas más o menos lejanas no es suficiente, incluso puede ser algo muy “exótico”, un internacionalismo virtual que mucha izquierda hace, aplaudiendo rebeliones lejanas al tiempo que en su mero lugar no lucha o incluso se torna izquierda opresora, sobre todo cuando se vuelve izquierda de gobierno. En cambio, nosotrxs sentimos que lo que nos hermana, aunque en geografías muy lejanas, es la barricada, la revuelta, la fogata en el plantón, las artes insurrectas, la construcción de espacios de resistencia y casas comunitarias. Es decir, nos une el ardor en el gritar NO y el sudor en el construir el SÍ. A estos sentimientos políticos compartidos, le decimos complicidad global para subrayar que lo que nos convocan y une es este deseo transformador activo que, más allá de las diferencias culturales, geográficas e incluso ideológicas, nos hace cómplices, parientes en el asalto al cielo contra el enemigo común que es la Hidra Capitalista y su maldita pirámide.

Antes de pasar a analizar y compartir nuestras prácticas de solidaridad/complicidad cabe señalar que somos una pequeña organización de dos colectivos, dos “nodos”, como mencionamos, con compas viviendo y luchando tanto en Italia como en México, más o menos 20 personas activas. No tenemos muchos recursos y – por pobres y por elección políticas – contamos sólo con fondos recaudados en eventos solidarios y autogestivos que se realizan gracias al trabajo colectivo de quienes participan. Por un lado, eso nos hace económica y políticamente independientes de financiadores externos como partidos políticos, iglesias, empresas, fundaciones y ONGs, por otro lado, nuestra capacidad económica es limitada y nuestra acción choca constantemente con la falta de recursos. 

BRIGADAS 

La forma más recurrente y directa de solidaridad activa y de construcción de puentes entre luchas ha sido la organización de Brigadas Internacionalistas con compañerxs de diferentes partes de Italia y Europa, todxs ellxs cercanxs a nuestros espacios de lucha, que viajan a México para conocer, entender y compartir con las realidades de los movimientos sociales locales. Muchas veces hemos juntado jóvenes y no tan jóvenes en encuentros preliminares de formación sobre la realidad social y política en México, con especial atención a que lxs futuros brigadistas entiendan las diferencias culturales de los procesos de lucha en México, especialmente en las comunidades indígenas. Los encuentros de formación suelen ser dos, uno en Italia, previo a la salida y otro llegando a México.  

Las Brigadas incluyen casi siempre de tres a diez compañerxs y se arman alrededor de una tarea/trabajo/taller especifico que, realmente, es la herramienta con la cual entrar en contacto, colaborando en los hechos, con la organización o comunidad anfitriona. En el transcurso de los años hemos realizado brigadas alrededor de talleres de comunicación popular (formación en videos, documentales, fotografía, periodismo comunitario, transmisiones radio y serigrafía); talleres y brigadas de salud (formación de promotores, consultas generales, campañas de colposcopía y salud sexual y reproductiva, medicina táctica y primeros auxilios), muchas de ellas en colaboración con las compañeras de Brigada Callejera de la Ciudad de México; también hemos realizado brigadas para la construcción de hornos de ladrillo y para talleres de panadería, este proyecto, que duró muchos años, se llamaba “El Pan y las Rosas”, haciendo hincapié que un pan es mucho más que harina amasada con agua, sino una herramienta convival para promover el trabajo colectivo. 

Respecto a las Brigadas sentimos que su punto fuerte es la convivencia, pues la presencia física en las comunidades desencadena intercambios profundos, mucho más allá del taller que nos convoca. Comer y trabajar juntos, la convivialidad se vuelve la base de la hermandad, como dicen lxs compas kurdxs: nan û xwêdan, pan y sudor. O también “conspirar”, es decir, respirar juntxs, desde luego, hacernos cómplices, compañerxs pues. Por eso a veces decimos que la Brigada y la estancia con la organización/comunidad anfitriona rebasan políticamente, por la experiencia humana que implican, la misma razón de la visita y del taller que se realiza. También esta ha sido de las formas más efectivas de crear conexión y reforzar la confianza/alianza política con las organizaciones hermanas, sobre todo con la mencionada Brigada Callejera y los Panchos independientes en la Ciudad de México y con OIDHO y CODEDI en el estado de Oaxaca. Aunque se han realizado también brigadas en Guerrero, en Nuevo León, en Campeche, en Morelos y muchas más aquí, en territorio zapatista.

El punto débil de las Brigadas es que son efectivas en tiempos muy intensos pero cortos y son inevitablemente ocasionales, porque se pueden armar solo cuando coinciden los tiempos de lxs compañerxs visitantes con los de la comunidad que recibe, los cuales no suelen alinearse fácilmente. También en los talleres de formación, al ser esporádicos, no logran impactar profundamente y los promotores o lxs chicxs que reciben los talleres, al no poderlxs acompañar, suelen no dar continuidad a las tareas y trabajos encargados. De la misma forma las consultas de salud abren casos que requieren acompañamiento posterior que cuesta mucho trabajo hacerlo desde la distancia y, digamos, termina quedando “sobre los hombros” de la organización anfitriona.

MILITANCIA ACTIVA: MOVILIZACIONES Y TRABAJO COMUNITARIO TERRITORIAL

Como compañerxs del Nodo Solidale solemos definirnos “militantes por la vida”. Por un lado, porque enmarcamos nuestra lucha política adentro de la definición zapatista de la guerra del neoliberalismo contra la humanidad, es decir de la guerra del capitalismo contra la vida. Estamos así reiterando que nos plantamos en este lado de la barricada: el que crea, ama, comparte y se organiza contra quien roba, acecha y mata la alegría de vivir. Por otro lado, sabemos que cada quien defiende la vida desde su visión o ideología o compromiso ético: anarquistas, autónomos, feministas, comunistas, ecologistas, jóvenes y mayorcit@s, altas y chaparros, punks o cumbier@s, poco importa porque lo que nos importa son las ganas de cambiar el mundo, de mejorarnos como seres humanos y de hacerlo en este espacio de afinidad que es nuestro colectivo, en donde las diferencias – aun chocando – nos enriquecen. En el Nodo Solidale y más allá de él, promovemos la autonomía de acción con el fin de que cada quien también encuentre su lucha más cercana y en ella desenvuelva lo mejor de sus posibilidades. El colectivo así no es (y no quiere ser) una vanguardia sino un conjunto de “promotores de autonomía” en donde cada integrante busca inspiración y análisis en el colectivo para volver a su labor política y social especifica: de esta manera y en diferentes lugares, a partir del Nodo Solidale – pero desprendiéndose del mismo – lxs integrantes hemos participado y participamos en diferentes proyectos autónomos, enraizados en los territorios en donde vivimos. Nombramos algunos ejemplos: la Casa de Salud Comunitaria Yi’bel Ik’ (2016-2023) y el Gimnasio Autónomo Popular Barrio Bravo (actualmente activo) en Cuxtitali, un barrio periférico de San Cristóbal de Las Casas; en la misma ciudad también nació y trabaja como centro cultural la Librería La Cosecha y es activo el Comité Acción Palestina Chiapas; la cooperativa panadera Vendaval y la Verde Morada en la Ciudad de México; en su momento, Ecos Colectivo Autónomo de teatro en Guadalajara; las editoriales independientes Kairos en Italia y Tekio/Kairos en Chiapas; en años pasados en la Radio Ñomndaa “La Palabra del Agua” y la cooperativa Ljaa Xua, Flor de cacao, en Xochistlahuaca, Guerrero, la cooperativa editorial el Rebozo; al mismo tiempo que los centros sociales y las okupas en Roma (Italia) como el LOA Acrobax o la toma de viviendas del barrio obrero Il Quarticciolo; la Microstamperia en el mismo barrio… Y más y más, como varias investigaciones comprometidas con procesos hermanos, porque cada militante de nuestro colectivo viene de experiencias de lucha propias y vuelve a ellas enrequecidx de lo que se aprende en el caminar internacionalista del colectivo. Especificamente, la experiencia de las organizaciones y comunidades en resistencia en México aportan mucho y fluyen así hacia las luchas locales de otros lados del país o de Italia.

También consideramos fundamental, con esta participación activa en los procesos barriales y territoriales, actuar de manera directa para transformar nuestro entorno. Es justo este esfuerzo, esta activación física y concreta en la lucha local que agrega otro elemento vivencial, empírico y real a eso que seguimos llamando “complicidad global” que, desde luego, es justo lo contrario de aplaudir las luchas desde la lejanía y, a menudo, desde la comodidad de los escritorios y las academias. Esto significa que estamos involucradxs en la agenda política de nuestros movimientos sociales, por ejemplo, en la defensa del agua y de los bienes comunes de nuestras comunidades/barrios; en las movilizaciones feministas y en la creación de espacio de reflexión y acción contra el patriarcado; en la liberación de las presas y presos políticos, desde una perspectiva anticarcelaria; en la defensa de la salud y escuela públicas, con una perspectiva autónoma y comunitaria; en el ejercicio del derecho al territorio y libre determinación a través de la radio comunitaria, etc…

El talón de Aquiles de esta militancia de base es que, a veces, en lugar de sumar a un plan más amplio de lucha como la propuesta internacionalista que llevamos a los Encuentros como este, le resta tiempo y energía porque nos ancla y clava en la emergencia constante por la supervivencia y en los altibajos de la lucha local, todas bajo la presión brutal de la represión del Estado y de sus tentáculos armados como los grupos fascistas, paramilitares o narcos. También cabe mencionar que, en el caso de much@s de nostr@s que somos de origen italiano y vivimos y luchamos en México, nos complica bastante encontrar un lugar en la lucha local que no sobredetermine los modos, tiempos y costumbres de nuestros vecinos y vecinas. La güeridad en la militancia comunitaria nos genera muchas preguntas, inquietudes, dudas sobre las relaciones de poder que eso genera, la colonialidad interiorizada, la positividad o negatividad de nuestra exposición en las movilizaciones… Aun así, asumimos estas contradicciones y decidimos que no nos pueden paralizar sino preferimos, con nuestros defectos y dudas, salir a luchar codo a codo de la banda en la defensa de la vida, del territorio, de las mil y un formas colectivas de estar al mundo.

CONTAR LAS REBELDÍAS PARA SABOTEAR EL PODER

Otra herramienta que hemos privilegiado para la difusión de la lucha es crear y distribuir libros y folletos (y material gráfico) para abonar al pensamiento crítico, usando estos textos como un desarmador contra los complejos engranajes de la maquinaria capitalista. La narración y la reflexión, cuando parten y regresan a las luchas reales, nos permiten organizar las ideas y las experiencias, ponerlas en perspectivas y verlas, por así decir, en cámara lenta… y de ahí volverlas a usar para profundizar el cambio que tanto necesitamos. “Praxis, teoría, praxis” como nos enseñaron justo los y las zapatistas.

Los libros también se vuelven ocasión de tejer redes y recorrer los territorios con el pretexto de presentarlos. Decimos pretexto porque también en este caso el hecho de que la gente se junte, escuche de una lucha “otra”, organice un evento solidario e intercambie ideas para fortalecer sus resistencias es más importante que la presentación del libro mismo. Para nosotrxs la traducción y realización de libros, entre muchos, sobre la educación autónoma, la historia del EZLN, el feminismo comunitario, los versos de la guerrilla kurda o de la resistencia palestina, se han vuelto otro puente para conectarnos con otros colectivos, luchas territoriales, asociaciones de base, organizaciones populares y gente, al fin y al cabo, que como nosotrxs busca comprender la realidad para cambiarla. La venta de libros además nos ha servido como forma de generar pequeños fondos para los gastos del colectivo o para financiar campañas como, por ejemplo, la de “Un quirófano en la Selva”.

Más allá de la publicación de los libros y folletos, en los años también hemos creado material audio-visual así como transmisiones de radio, correspondencias con radios comunitarias y radios libres, breve documentales y podcast para denunciar en Italia la guerra en México y contar sus dignas resistencias y al mismo tiempo para narrar en México las resistencias y rebeldías de la otra Europa, la insumisa. Muchas veces en América Latina, sobre todo entre la gente no politizada, se ve al Occidente capitalista como una tierra de bienestar, poblada de ricos acomodados; nuestra tarea entonces también es deshacer esta narración que hace el capitalismo de sí mismo y mostrar las contradicciones que existen en el mal llamado Primer Mundo y las grietas que en él abrimos quienes luchamos contra este monstruo racista y depredador.

AUTO-ORGANIZACIÓN COMO FIN Y COMO MEDIO

Como ya mencionamos hacemos de la autogestión nuestra forma de financiación y de la auto-organización nuestra practica horizontal de trabajo y toma de decisiones. Estos principios son imprescindibles en nuestra pequeña organización y de hecho nuestro tejer internacionalista ha empezado en la búsqueda de otras organizaciones, movimientos con este mismo espíritu, con esta misma búsqueda de horizontalidad, esta voluntad intrínseca en la acción de no querer reproducir pirámides. No siempre lo logramos, es cierto, pero este es el camino a la horizontalidad entendida no como dogma sino como forma de organización no estatal de la comunidad humana, como ya ha ocurrido en otros momentos históricos y como deseamos vuelva a re-organizarse tras el colapso de la opresiva forma del Estado Nación.

Políticamente esto implica que el trabajo del colectivo se sustente en reuniones periódicas en donde la toma de decisiones es por consenso y las comisiones trabajen los temas específicos (por ejemplo, la organización y realización de un taller, una brigada, un evento); también implica que las compañeras, con momentos de mayor o menor oportunidad, mantengan y promuevan espacios de reunión separados de los varones; también nos mantiene distantes de toda forma de financiamiento que no sea el producto de actividades y eventos autogestivos realizados de manera no remunerada por lxs integrantes del colectivo o pequeños proyectos productivos (como la venta de nuestros libros o artesanías/playeras/etc); en fin también conlleva la necesidad de estar tejiendo redes y manteniendo alianzas, con equilibrio y paciencia, como la que nos une en lxs hermanxs de la Alianza Magonista Zapatista (AMZ) o con los diferentes colectivos de Europa Zapatista; todo eso se dice fácil pero cuesta trabajo, tanto para construir constantemente el consenso como para alcanzar las metas y objetivos que nos proponemos.

En este aspecto creemos que encontramos dos problemas principales: por la característica de tener dos nucleos en países diferentes es difícil mantener esta horizontalidad en todos los temas, hay bastantes problemas para una comunicación profunda; estamos solucionando esta parte tanto con la ayuda de la tecnología (para las reuniones intercontinentales en línea) como con la decisión de asignar mayor autonomía política a los dos nodos, para que tomen más peso la asambleas y los acuerdos locales. 

El otro gran desafío es mantener esta relación de horizontalidad con las demás organizaciones hermanas, especialmente cuando son organizaciones populares grandes o, incluso, organizaciones político-militares. ¿Puede un colectivo de pocos militantes hablar de par a par con una estructura política de masa? ¿Es justo? ¿Puede una organización de masa tener una actitud realmente horizontal al relacionarse con los pequeños colectivos? ¿Puede un colectivo de caxlanes, gente de ciudad, tener una relación pareja con los pueblos indígenas? Más allá de las palabras de-construidas y libertarias, ¿Cuántas pirámides tenemos interiorizadas?

Andamos entendiendo el cómo, empezando por nuestros propios límites e inspirándonos en Encuentros como este, entre tantos grupos iguales en sus diferencias, para ver cómo mejoramos como personas y como colectivo, cómo animarnos a construir en nuestros territorios una alternativa real, tal y como hacen a su manera los pueblos zapatistas, a pesar de que el capitalismo nos arrincona costantemente en la lucha por la sobrevivencia. Así, frente a la mentira individualista, el preso político kurdo Abdullah Öcalan y los pueblos zapatistas nos enseñan que “la humanidad comienza donde termina la competencia”. Nuestro cierre no es un final: es puño en alto y corazón extendido.

Muchas gracias.

Palabra del Nodo Solidale en el 28º Encuentro Nacional de la Red Mexicana del Trabajo Sexual

Primero que todo, desde el pequeño colectivo que somos, llamado Nodo Solidale, les queremos hacer llegar un abrazo inmenso lleno de cariño y respeto, por su pisada fuerte y valiente, llena de irreverencia transformadora, de pulsión de vida que nos empuja a seguir codo a codo con ustedes, organizando la solidaridad y  festejando la obstinada voluntad de seguir tejiéndose y tejiéndonos en este vigésimo octavo Encuentro Nacional de la Red Mexicana de Trabajo Sexual. 

Damos nuestra palabra respondiendo a sus preguntas generadoras:

¿Cuáles han sido sus retos en el tejido dentro de su organización para permear en los otros y las otras en el caminar de la construcción de ese otro mundo?

Aunque parezcan preguntas simples las que nos plantean nos abren un mar de dudas y cuestiones para la autoreflexión. Como colectivo internacionalista nuestra apuesta ha sido y sigue siendo el encuentro entre realidades que resisten a la embestida del capitalismo en sus diversas formas, tejiendo puentes entre resistencias que marcan y modelan estrategias para combatir las distintas cabezas de la hidra, cada vez más violenta, cada más afianzada en la guerra permanente contra los pueblos. Llevamos 18 años en este andar, marcado también por la potencia de la lucha persistente de Brigada Callejera que no ha parado de convocarnos a construir juntas, del Comandante Jaime Montejo que nos ha dado ejemplo de vida aun cuando todo parecía desvancerse, que nos han enseñado que desde los lugares más rotos podemos seguir floreciendo. Para nosostrxs conocer a las trabajadoras sexuales organizarse en la lucha ha sido tan esperanzador como ver a las zapatistas sublevarse en el rincón más olvidado de México o ver a las combatientes kurdas rescatar sus derechos en medio del desierto de la barbarie yihadista. 

Nuestras prácticas de aprendizaje con estos y más procesos de lucha autónomos  han ido tomando distintas formas en los años, tanto por nuestras experiencias personales y como por los contextos donde hemos decidido vivir. Hemos buscado tejer alianzas políticas a partir de la amistad rebelde, construyendo con brigadas, talleres e intercambios, un terreno común de confianza, más cercano a la práctica que a la teoría, aunque siempre en el marco de un pensamiento libertario, anti-racista, anti-capitalista y anti-patriarcal.

En San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, hemos emprendido la misión de montar, crear y mantener primero una Casa de Salud Comunitaria (2016-2023) y, desde hace 4 años, un gimnasio autónomo popular que funge como espacio de encuentro, lucha y reflexión desde el deporte, con jóvenes y adultxs, en un contexto d violencia, apostándole al cuidado comunitario en este territorio en donde vive la mayoría de la parte mexicana del colectivo.

En Italia, continuamos con la gestión y formación de compañeras y compañeros médicos y personal sanitario que desde el intercambio de saberes pueda continuar y fortalecer enlaces entre Italia y México. La mayoría de ellos y ellas pasan por el aprendizaje de Brigada Callejera, un punto de referencia en la salud autónoma urbana, una montaña de experiencia y saberes por compartir para la banda que llega.

Desde la trinchera editorial, decidimos seguir generando textos, libros, memorias, poemas, gráfica que en su fuerza narrativa puedan mostrar un cachito de lo que en estas tierras rebeldes se trabaja en la educación, la salud, la resistencia de los pueblos, barrios y ciudades para entablar diálogos sobre las distintas y similares formas organizativas de los dos lados del charco. Lo hacemos porque pensamos que difusión del pensamiento crítico es el mejor abono natural en la tierra de la rebeldía y la memoria insurrecta.

En fin seguimos a pesar de todo construyendo de a poquito eso que nos gusta llamar la complicidad global, una forma de estar en las mismas trincheras aún lejos, siempre guiados por la pauta precisa y constante de que la solidaridad es la ternura de los pueblos y que sólo reconociéndonos en las diferencias y las semejanzas, que a veces son más de las que podemos ver de inmediato, logramos imaginarnos un mundo donde quepan muchos mundos.

¿Cómo nos miran a las trabajadoras sexuales?

Con su pregunta de cómo las vemos se nos apretuja la corazona. Para nosotras, nosotros existe un antes y después de ustedes. Ustedes nos han enseñado a verlas, nos han abierto los ojos a la resistencia y la fuerza que conlleva su trabajo, han marcado nuestro camino como referente. Algunos y algunas de nosotros, al llegar a México, traían una visión abolicionista muy ideológica, una especie de visión deterministica en donde el trabajo sexual iba a extinguirse cuando se hubieran borrado las condiciones materiales que lo creaban y sólo así se liberarían las “pobres mujeres explotadas”. Pero la lucha de ustedes nos enseñó que la realidad es mucho más compleja y que la dignificación del trabajo sexual es una lucha de día a día que no va a estar esperando a dizques profetas de la liberación, sino se libera del brutal lastre de la trata y de todas las otras formas de explotación en el proceso real, cotidiano, de organización y, desde luego, de modificación de las relaciones de fuerzas ante los aparatos estatales, criminales y patriarcales.

También hay otra mirada que tenemos hacia ustedes y es una mirada repleta de respeto amoroso y combativo. La misma mirada que le tenemos a las mujeres palestinas, por ejemplo. Una llena de admiración para quien mantiene encendida la que las zapatistas nombran como la “llamita de la esperanza”, en la plena obscuridad de un mundo en colapso.

Porque trabajar de noche en urbes pobladas de violencia a todos los niveles y resistir a los hoteleros, las madrotas y padrotes, la policía, a la violencia institucional que busca negar e ilegalizar su trabajo, a un entero sistema que ve el cuerpo de las mujeres solo como territorio de conquista, el contraponerse a un discurso abolicionista, es una muestra de valentía, de saber confrontar los distintos desafíos que las metrópolis imponen, de organizarse ante la precariedad de este mundo que nos busca separadas, solas y por ende indefensas. Nos han enseñado a ver lo falsa de la lógica victimista con la cual se busca nulificar su trabajo. 

Por todo eso, junto a ustedes gritamos, en un eco que retumbe en varios rincones del mundo:

¡Basta al cobro de piso!

¡Basta de discriminación!

¡Basta de violencia institucional!

¡Trabajo sexual es trabajo!

“Por un mundo a la altura de nuestro sueños”

Con inmenso cariño, el colectivo Nodo Solidale, de Italia y México 

Una sala operatoria nella Selva Lacandona

È iniziata domenica 17 novembre la campagna europea “Un Quirófano en La Selva Lacandona (Una Sala Operatoria nella Selva Lacandona”).

Di che cosa si tratta è presto detto: una campagna di solidarietà e appoggio al Sistema di Salute Autonomo zapatista, nata in seguito ad un post scriptum del Capitán Marcos contenuto nel comunicato “Una idea genial” del passato agosto https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2024/08/21/una-idea-genial/

nel quale ironicamente segnalava: “Abbiamo bisogno di attrezzare diverse sale operatorie. Ci sono i “macellai” (N.d.T.: chirurghi) fraterni, ci sono i candidati per l’intervento chirurgico, ci sono i luoghi per costruirle, ci sono i giovani e le giovani disposte a imparare. Manca solo l’attrezzatura. E la formazione per il suo uso e manutenzione, naturalmente.”

La campagna è stata lanciata dalla rete europea EuropaZapatista, di cui facciamo parte anche noi del Nodo Solidale. Le date scelte non sono casuali: quella di lancio, il 17 novembre, è quella in cui nel lontano 1983 nacque l’EZLN, mentre quella di chiusura, il 10 aprile, è quella in cui morì Emiliano Zapata, in un ideale abbraccio e continuità tra zapatismo chiapaneco e quello storico.

Durante i 40 anni di esistenza dell’EZLN, e i 30 dal primo gennaio del 1994 quando migliaia di indigeni maya dello stato del Chiapas, nel sud est messicano, si sollevarono in armi al grido di “Ya basta!” nei confronti dello Stato, l’esercito zapatista e la capacità organizzativa delle sue basi di appoggio hanno sempre puntato al benessere delle proprie comunità. Come scrivevamo nell’introduzione al testo “Autodifesa Medica – Pantere Nere e EZLN” Ed. Kairos:

“…Ad oggi gli zapatisti e le zapatiste hanno costruito un sistema autonomo di cura che si avvale di sale operatorie, ambulanze per le emergenze, case di salute sparse nelle comunità, campagne di prevenzione e vaccinazione, laboratori di analisi. Inoltre con un sistema di formazione, approfondendo temi come la salute pubblica, primo soccorso, fitoterapia e medicina ancestrale educano promotori e promotrici di salute che si prendono cura della comunità…”

In piena tormenta del narco-stato e della repressione dei narco-paramilitari, gli e le zapatiste hanno deciso di fare un passo avanti nella costruzione e nella pratica dell’autonomia nella salute. Questo è quello che vogliamo appoggiare con questa campagna.

“Perché se la lotta è per la vita, non può che essere una lotta per la salute”

 

Una sala operatoria nella Selva Lacandona – Campagna di solidarietà con la salute autonoma zapatista
17 Novembre 2024– 10 Aprile 2025

“Non puoi pensare alla salute senza pensare al fiume”
“Non puoi pensare alla salute senza pensare alla Madre Terra. Se lei non è sana, non c’è salute. Dunque, abbiamo iniziato da qui, dalla cura della Madre Terra, togliendole il dolore, le ferite, la stanchezza e la malattia che le hanno imposto alcuni nel suo corpo con la chimica, con i fertilizzanti, violentandola per avere più profitti. Bene… questo la chiamiamo “prevenzione”. E questa è la salute, e non solo la cura con le pasticche e le medicine…”
(dal dialogo con un compagno promotore di salute nel 2008 nel Caracol di Oventik)

 

Cos’è la Campagna “Una sala operatoria nella Selva Lacandona”?
La Rete EuropaZapatista, composta da organizzazioni, collettivi e gruppi di vari territori europei, che appoggiano e solidarizzano con le comunità autonome e in ribellione zapatiste del Chiapas nel sud-est del territorio chiamato Messico, ha lanciato questa campagna con tre obiettivi:
–  Ottenere l’attrezzatura necessaria per le sale operatorie nelle cliniche e negli ospedali zapatisti.
– Diffondere la lotta zapatista per una salute integrale per i popoli indigeni del Chiapas.
– Far conoscere nelle nostre comunità le realtà, le difficoltà e i successi dei popoli zapatisti nella costruzione di un sistema sanitario autonomo, indipendente dai governi, dai loro fondi e dalle loro politiche.

Perché in Chiapas?
Il 1º gennaio 1994, i popoli indigeni del sud-est messicano si sollevarono contro secoli di repressione, razzismo e violenza esercitati su di essi dai vari governi del Paese. Da allora, i diversi governi che si sono succeduti ogni sei anni hanno condotto nella regione una guerra implacabile di logoramento, detta impropriamente “a bassa intensità”, tentando di far arrendere i ribelli. Contro di loro non vi sono stati solo i vari livelli di governo (federale, statale e municipale), ma anche l’esercito federale, le numerose bande paramilitari e di narcotrafficanti, i grandi proprietari terrieri e le multinazionali che cercano di appropriarsi delle ricchezze naturali del Chiapas, uno degli stati più ricchi del Messico.

Questa situazione non appartiene al passato. Ancora oggi la guerra non è cessata. I megaprogetti imposti nelle terre indigene dal precedente presidente López Obrador, che trovano continuità nell’attuale governo di Claudia Sheinbaum, e soprattutto il megaprogetto “Sembrando Vida”, hanno portato il Chiapas sull’orlo di una guerra civile. Organizzazioni vicine al governo da un lato, e gruppi legati al narcotraffico dall’altro, cercano di sottrarre e di appropriarsi delle terre recuperate dai ribelli nel 1994, terre oggi coltivate collettivamente. Ciò ha provocato conflitti molto gravi, come ad esempio le costanti intimidazioni e attacchi alle comunità di Moisés Gandhi e di Seis de Octubre.

Di fronte a tutto questo le comunità zapatiste in ribellione lottano da oltre 30 anni per costruire la loro vita quotidiana secondo i loro principi e valori, rispettando la natura, la Madre Terra, la vita e l’essere umano. Contro la guerra stanno costruendo una cultura di resistenza alla barbarie capitalista. Contro la guerra costruiscono quotidianamente il loro sistema di produzione, di coltivazione e distribuzione dei prodotti, di istruzione e di salute.

Perché nella Selva Lacandona e non altrove?
La Rete EuropaZapatista non è un’associazione umanitaria. Non aiuta i poveri – indigeni o non indigeni – con gli avanzi dei ricchi in cambio di una sorta di espiazione delle proprie colpe. Non è un gruppo culturale che cerca di preservare le tradizioni indigene mentre questi ultimi cercano solo di sopravvivere.
La Rete EuropaZapatista si solidarizza e sostiene i popoli ribelli zapatisti del Chiapas perché questi si sono alzati in lotta.
Perché hanno gridato “¡Ya basta!” alla miseria, all’umiliazione e alla repressione.

Perché cercano di realizzare la loro visione collettiva “qui e ora”.
Perché hanno il coraggio di avere speranza e sanno ascoltare il silenzio mentre resistono e costruiscono.
Perché hanno la forza di aspettare senza cedere, di imparare dai loro errori, di mettere in discussione anche le loro tradizioni pur desiderando di conservare la loro memoria collettiva.
Di più. Perché i popoli originari in ribellione delle montagne del sud-est messicano ci hanno insegnato cosa significa dignità: lottare per la vita. Ci hanno ispirato e continuano a ispirarci a costruire, anche qui nelle nostre terre, un “noi”.
Chiamiamo questa forma di azione, questo sostegno reciproco: politica della solidarietà praticata.

Questa è la nostra risposta, come Rete EuropaZapatista, alla domanda: “Perché nella Selva Lacandona?”

La Salute Autonoma Zapatista
All’epoca dell’insurrezione armata zapatista del 1994, la morte e la povertà colpivano duramente l’infanzia nelle comunità indigene del Chiapas. Le cosiddette “malattie della povertà” come infezioni intestinali, respiratorie ed epidemiche, malnutrizione infantile, febbre e diarrea, abbondavano tra i bambini e le bambine. Sebbene si trattasse di malattie perfettamente curabili, un alto numero di morti avvenivano per mancanza di cure mediche e farmaci, rendendo l’aspettativa di vita alla nascita tra le più basse del Paese. All’epoca non si aveva una chiara idea del numero delle nascite e dei decessi dei bambini e delle bambine poiché le istituzioni governative basavano le statistiche sui certificati di nascita e di morte, documenti ufficiali inesistenti per la popolazione indigena della maggior parte dei municipi, considerati ad alta e altissima marginalità.

Il caso di Paticha, una bambina indigena di meno di 5 anni, è emblematico. Raccontava il Sup Marcos:

“..Quella notte, il compagno Samuel venne a cercarmi, sua figlia stava molto male. Andammo a casa loro e lei aveva la febbre. Non avevamo nemmeno un termometro per capire quanto fosse alta, né sapevamo cosa avesse. L’unica cosa che potemmo fare fu immergerla nel fiume, così com’era con tutti i vestiti, per abbassarle la temperatura. E quando tornammo dal fiume, i vestiti si erano già asciugati per quanto la febbre era alta. Morì poche ore dopo… tra le mie braccia, per dirlo in modo crudo, no? Come Paticha c’era tutta una generazione di bambini e bambine sotto i cinque anni che venivano persi lungo il cammino. E per malattie assurde, curabili con poco.”
Nella Granja, Colonia G. Tepeyac, Puebla. 15 de febrero de 2006

Ed è per questo che decisero di sollevarsi in armi, per costruire una vita per i loro bambini e bambine, per i loro anziani e anziane, per le loro donne e i loro uomini basi di appoggio zapatista, e per costruire una salute, un’educazione e una vita dignitosa per tutti e per tutte.
In questi trent’anni sono riusciti a creare un sistema di salute autonomo gestito dai promotori e dalle promotrici della salute che, ponendo particolare attenzione alla prevenzione, ha costruito farmacie, dispensari e cliniche nelle comunità, anche nelle più remote, e cliniche più grandi che permettono anche il ricovero a livello regionale. Esempi di queste cliniche sono “La Guadalupana” a Oventik e la “Clínica de la Mujer, Comandanta Ramona” a La Garrucha, dove è possibile effettuare analisi e studi clinici e offrire servizi di oftalmologia e odontoiatria. In queste cliniche, i pazienti, siano essi
zapatisti o no, vengono trattati senza differenza, con una sapiente combinazione di conoscenze tradizionali e medicina moderna allopatica. Oggi, la mortalità infantile e quella materna al momento del parto appartengono al passato.

 

Un passo avanti
Ora, i compas e le compas hanno deciso di fare un passo avanti nella pratica dell’autonomia nella salute:

“Abbiamo bisogno di attrezzare diverse sale operatorie. Ci sono i “macellai” (N.d.T.: chirurghi) fraterni, ci sono i candidati per l’intervento chirurgico, ci sono i luoghi per costruirle, ci sono i giovani e le giovani disposte a imparare. Manca solo l’attrezzatura. E la formazione per il suo uso e manutenzione, naturalmente.”
Postdata del comunicado “Una Idea Genial”. Agosto del 2024
https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2024/08/21/una-idea-genial/

E questo è quello che vogliamo appoggiare.

Come partecipare alla Campagna “Una sala operatoria nella Selva Lacandona”

– Organizzando eventi e presentazioni pubbliche sulla Campagna

– Informando di questo progetto persone e collettivi che potrebbero essere interessati a partecipare

– Diffondendo gli eventi e le attività della Rete EuropaZapatista

– Contattando direttamente la Rete EuropaZapatista all’indirizzo email: eurozapweb@riseup.net

Potete anche scriverci per qualsiasi domanda, proposta o idea.